El metro es sin duda una de las mejores formas de moverse por la ciudad, ya que se trata de uno de los tres únicos metros del mundo que funciona 24 horas, 365 días al año.
Las estaciones principales son Penn Station y Grand Station. Muchas de las bocas de metro están señalizadas con esferas iluminadas, de color verde si está abierta las 24 horas y roja cuando el horario es restringido.
Al entrar en la estación por las escaleras (generalmente estrechas) encontraremos las taquillas y máquinas de venta para comprar el billete (2$ trayecto). Lo más recomendable es adquirir una MetroCard.
Las estaciones de metro están localizadas a lo largo de Manhattan, Brooklyn, Queens y El Bronx. Todos los servicios pasan por Manhattan, excepto una ruta, la línea local “G” Brooklyn-Queens Crosstown, que une directamente estos dos distritos y los transbordadores de Rockaway Park y Franklin Avenue, que operan respectivamente en Queens y Brooklyn.
Hay dos tipos de trenes, los que tienen parada en todas las estaciones de su ruta y los denominados express, más rápidos y que paran solo en algunas cuantas estaciones. Estos últimos funcionan en hora punta y están convenientemente señalizados en las estaciones.
Una misma estación puede tener varias entradas distintas y cada una de ellas corresponder a líneas diferente (ver Penn Station).
Lo más importante del plano del metro es fijarse en los colores de cada línea y también en los números o letras específicas de esa línea. Cada ruta está identificada con un color distinto y los números o letras de una misma línea suelen indicar bifurcaciones de la línea o ciertas paradas en las que unos metros de esa línea paran y otros no. El sentido de orientación de la línea viene también identificado en la estación: al norte (uptown, harlem, bronx) y al sur (downtown, brooklyn)
Lo más recomendable es conocer previamente el plano del metro.
Esta entrada forma parte de la guía de viaje a Nueva York en marzo de 2010